La Ley de dependencia y sus tres grados

Debido a la complejidad de las leyes y normativas de ayuda a la dependencia, en la residencia geriátrica El Recer somos conscientes de que la información sobre la cuestión no es suficientemente clara ni accesible. Por lo tanto, resulta difícil que los familiares de los residentes tengan un conocimiento suficiente sobre los servicios y ayudas económicas que pueden recibir su pariente al ocupar una plaza en nuestro Centro. Por esta razón, contamos con una trabajadora social dedicada a solventar problemas y despejar dudas a dichos familias o persona responsable de cada mayor.

Los interrogantes se pueden agrupar en dos vertientes. La primera tiene que ver con las mencionadas dudas sobre los aspectos económicos de la Ley de Dependencia, además de los programas y recursos existentes para las personas mayores. La segunda trata de la cuestión del grado de dependencia y su relación con las sucesivas revisiones en caso de alcanzar un grado superior, lo que implica el consiguiente incremento de la prestación monetaria y servicios a la que se tiene derecho.

Para proporcionar una visión general accesible, hemos recogido parte del Artículo 26 de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, en el que se detallan los tres grados de dependencia (dependencia moderada, dependencia severa y gran dependencia):

• Grado I. Dependencia moderada: cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día o tiene necesidades de apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal.

    

• Grado II. Dependencia severa: cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero no quiere el apoyo permanente de un cuidador o tiene necesidades de apoyo extenso para su autonomía personal.
• Grado III. Gran dependencia: cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona o tiene necesidades de apoyo generalizado para su autonomía personal.

Nuestra trabajadora social, entre otras muchas responsabilidades que tiene a su cargo en la ayuda a los familiares y residentes, se encarga de supervisar la correcta y puntual transferencia de los subsidios que generan las ayudas públicas y se hace cargo de recordar a los organismos responsables, en su caso, que las prestaciones se hagan efectivas cuando se producen retrasos.

Aprovechamos la ocasión para recordar que las actividades descritas en esta sección de Servicios están registradas en los álbumes de fotos de nuestro muro de Facebook (no hace falta estar suscrito para visionar las imágenes y leer los textos), ¡no se lo pierdan! También dedicamos a los familiares de los residentes un boletín de carácter bimensual que recoge las actividades que El Recer organiza para (y con) sus allegados. Pueden solicitar el envío de dicho boletín remitiendo su dirección de correo electrónico y nombre completo a info@elrecer.com.